Decir Corazón de Jesús es decir todo su impulso vital interior, el motor que le lanza a la redención y le mantiene en ella a pesar de la gigantesca contradicción de la cruz. El Corazón de Jesús es ese bomba impelente de fuerza tan sobrehumana y sin medida que es capaz de seguir llevando la historia del hombre adelante hacia Dios. Esa historia concreta del hombre concreto de hoy que se nos presenta tan rota, tan llena de desequilibrios, dolores, enfermedades, conflictos, pasiones, pecados y muerte. Todo esto es capaz de sanarlo en raíz y ponerlo en ruta de vida ese nido y receptáculo del poder, sabiduría y amor infinito que simboliza y es el Corazón de Jesús.