La "Noche oscura" describe el aspecto "pasivo", o sea la intervención de Dios en el proceso de "purificación" del alma.
RESUMEN
De hecho, el esfuerzo humano, por sí solo es incapaz de llegar a las raíces profundas de las inclinaciones y de las malas costumbres de la persona: la puede frenar, pero no extirparlas completamente. Para hacerlo, es necesaria la acción especial de Dios que purifica radicalmente el espíritu y lo dispone a la unión de amor con Él.
San Juan define "pasiva" esta purificación, precisamente porque, aunque es aceptada por el alma, la realiza la acción misteriosa del Espíritu Santo que, como llama de fuego, consume toda impureza. En este estado, el alma está sometida a todo tipo de pruebas, como si se encontrara en una noche oscura.
Benedicto XVI Audiencia general 16 de febrero de 2011 Aula Pablo VI