El Instituto Internacional del Corazón de Jesús ha tenido la inspiración de emprender un examen del culto al Corazón de Cristo en el momento actual.
Con gran pena constatamos que algunos de influyente posición en la Iglesia descuidan este culto y, en consecuencia, gran número de fieles lo abandonan. El papa Pío XII lamentó ya este hecho en su encíclica Haurietis aquas: "... Es deplorable que, en el pasado y en nuestro tiempo, esta nobilísima devoción aún no ha sido considerada con el honor merecido por algunos cristianos e incluso por aquellos que claman para que sea impulsada celosamente la religión católica y para adquirir la santidad". Además, muchos ven esta devoción como un mero pietismo sentimental, carente de una doctrina adecuada y sin importancia social y política.
Nosotros vemos también que nuestro mundo de hoy está inundado por una ola de naturalismo que incrementa el egoísmo humano en todas sus manifestaciones: afán de poder, ambición excesiva, odio y violencia. En verdad, el mundo actual parece abocado a su autodestrucción porque el amor está ausente de él. El IIHJ está profundamente convencido de que el remedio de todos estos males es revitalizar la devoción al Corazón de Cristo, un Corazón que sobreabunda en fuego de amor.