Tras la muerte trágica de sus padres, su adolescencia fue desgraciada. Pero ellaquería vivir y triunfar. Se convirtió en Eva Lavallière, la actriz más cotizada de Francia. Era admirada y aplaudida. Tenía riquezas y placeres. El éxito le sonreía. Pero no encontraba la felicidad. En una aldea apartada, estudiando uno de sus personajes, se encontró con Dios. Y su vida dio un cambio radical. Lo dejó todo por seguir a Cristo, hasta las últimas consecuencias.